Samsung ha logrado un respiro estratégico crucial. Según informa Android Headlines este 30 de diciembre de 2025, el gobierno de los Estados Unidos ha otorgado a la compañía surcoreana una aprobación temporal para exportar equipos de fabricación de chips de origen estadounidense a sus instalaciones en China durante todo el año 2026 (Fuente FNnews).
El Conflicto: Aranceles y Controles de Exportación
Este permiso llega en un momento de alta tensión comercial. Samsung estaba en riesgo de enfrentar interrupciones masivas en su cadena de suministro debido a las políticas de la administración estadounidense para repatriar la fabricación de semiconductores.
- Estatus de VEU: Samsung anteriormente tenía el estatus de «Usuario Final Verificado» (VEU), lo que le permitía importar equipos sin trámites individuales. En agosto de 2025, EE. UU. anunció que retiraría a Samsung de esta lista, lo que habría obligado a la empresa a pedir permiso por cada pieza de equipo, ralentizando drásticamente sus operaciones.
- La Excepción: La nueva aprobación anual evita, por ahora, ese caos logístico y permite que sus fábricas en China sigan operando con tecnología estadounidense durante 2026.
La Estrategia a Largo Plazo: Mudanza a EE. UU.
A pesar de este alivio, la solución no es permanente. Samsung está bajo presión para reducir su dependencia de China y evitar los aranceles impuestos a los productos importados desde ese país.
- Inversión Multimillonaria: Samsung, al igual que TSMC, está invirtiendo miles de millones de dólares en la construcción de nuevas plantas de semiconductores en suelo estadounidense.
- Incentivos y Aranceles: El objetivo de EE. UU. es que los chips se fabriquen localmente para evitar los costos adicionales de importación, lo que finalmente impactaría en el precio que los consumidores pagan por smartphones y otros dispositivos.
- Incertidumbre en 2027: Esta licencia es renovable anualmente. El informe advierte que lo que hoy es un permiso, en 2027 podría convertirse en una prohibición total si las tensiones comerciales escalan o si las plantas en EE. UU. no avanzan al ritmo esperado.
Resumen: Samsung gana tiempo para completar sus fábricas en EE. UU. sin detener su producción actual en China, pero el futuro de su operativa global sigue dependiendo de la diplomacia tecnológica entre Washington y Beijing.

