Samsung se enfrenta a una encrucijada estratégica con su próximo buque insignia. Según un reporte de PhoneArena, la compañía está teniendo serias dificultades para fijar el precio de venta de la serie Galaxy S26, debido a un aumento significativo en los costos de los componentes que amenaza con reducir sus márgenes de beneficio o ahuyentar a los consumidores (Fuente Thebell).
¿Por qué subiría el precio del S26?
Varios factores de la cadena de suministro están presionando a Samsung para que aumente el precio de salida, una decisión que la empresa ha intentado evitar en las últimas generaciones.
Los culpables del aumento:

- El «Impuesto» de Qualcomm: El nuevo chip Snapdragon 8 Elite Gen 5 (o Snapdragon 8 Gen 5) es considerablemente más caro que su predecesor. Se estima que el costo por unidad podría superar los $200, lo que representa una parte masiva del presupuesto total del hardware.
- Memorias RAM para IA: Con el despliegue de funciones de IA más complejas en One UI 8, Samsung necesita equipar incluso a los modelos base con más RAM (mínimo 12 GB o 16 GB), cuyos precios de mercado han subido.
- Nuevos Sensores de Cámara: La actualización de los sensores de teleobjetivo y ultra gran angular en el modelo Ultra también ha sumado dólares extra al costo de materiales (BoM).
La Estrategia: ¿Absorber el costo o trasladarlo?
Samsung se encuentra atrapada entre dos opciones difíciles:
- Aumentar el precio: Podría elevar el precio base del S26 en unos $50 o $100, arriesgándose a perder cuota de mercado frente al iPhone 17 o competidores chinos con precios más agresivos.
- Recortes en otros componentes: Mantener el precio de $799/$999 utilizando materiales más económicos en la parte trasera (plástico en lugar de cristal en el modelo base) o pantallas con tecnologías menos eficientes.
El factor Exynos: Una forma de ahorrar sería usar el chip Exynos 2600 en más regiones, pero Samsung sabe que los usuarios entusiastas prefieren el rendimiento y la eficiencia de Snapdragon, lo que añade presión a la decisión.

