OpenAI lanzó Sora 2.0, una versión mejorada de su generador de video por IA, debutando con una aplicación móvil exclusiva para iOS. El modelo ahora crea videos ultra-realistas que cumplen las leyes de la física e incluye la función ‘Cameos’ para insertar a usuarios y amigos en las escenas. La compañía enfatiza la creación sobre el consumo pasivo, incluyendo estrictas medidas de seguridad y control parental.
OpenAI ha lanzado Sora 2.0, la última versión de su aclamado generador de video con Inteligencia Artificial, que ahora se distingue por su capacidad para producir contenido hiperrealista, superando las limitaciones de su predecesor. Esta actualización se estrena acompañada de una aplicación móvil, inicialmente disponible solo por invitación en las tiendas de iOS de EE. UU. y Canadá, con planes de expansión a Android y otros mercados.
Sora 2.0 introduce varias características notables, destacando la generación de audio sincronizado con el video, lo que añade una capa de inmersión y realismo. La aplicación móvil, diseñada para fomentar la creación sobre el consumo pasivo (a diferencia de plataformas como TikTok), permite a los usuarios generar nuevos videos a partir de indicaciones de texto o remixar contenido existente.
Una de las funcionalidades más llamativas es «Cameos», que permite a los usuarios insertarse a sí mismos y a sus amigos en escenas generadas por IA. Esto requiere una grabación de audio y video única para modelar la apariencia, asegurando que los usuarios mantengan la propiedad total de su contenido y la opción de eliminar cualquier video que utilice su imagen o voz.
Técnicamente, Sora 2.0 ha corregido deficiencias previas, ahora produciendo representaciones muy precisas de acciones complejas y, crucialmente, respetando las leyes de la física. A diferencia del modelo anterior que podría «teletransportar» objetos, el nuevo modelo permite que las acciones (como un rebote de baloncesto) se adhieran a las dinámicas del mundo real.
OpenAI ha puesto un fuerte énfasis en la seguridad y la prevención del uso indebido. Las medidas de salvaguardia incluyen restricciones en la generación de videos de personas sin su consentimiento y la limitación de representaciones fotorrealistas de figuras públicas para combatir la desinformación. Además, se han implementado límites de uso diario para adolescentes y controles parentales basados en ChatGPT para monitorear la actividad.
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