El presidente Donald Trump ha confirmado que se avecinan nuevos aranceles sobre semiconductores y chips, una medida que podría traducirse en un aumento de los precios para los consumidores de smartphones y otros dispositivos electrónicos, como parte de su estrategia para traer la manufactura de vuelta a Estados Unidos.
En una reciente entrevista con “Squawk Box” de CNBC, el presidente Trump confirmó que los aranceles sobre semiconductores y chips se anunciarán en la próxima semana. “Vamos a anunciar sobre los semiconductores y los chips, que es una categoría aparte, porque queremos que se fabriquen en los Estados Unidos”, declaró (Fuente CNBC).
Esta medida, que se suma a los aranceles sobre importaciones de otras naciones, busca incentivar que la producción de tecnología de punta se realice en territorio estadounidense. Para los consumidores, esto podría significar un aumento en los precios de los dispositivos, ya que es probable que las empresas trasladen el costo de los aranceles a los productos finales.
La decisión plantea un gran desafío logístico para las compañías tecnológicas. Países como China, India, Vietnam y Brasil, donde se encuentran las principales instalaciones de manufactura, ofrecen costos laborales considerablemente más bajos. Aunque no es imposible crear fábricas en Estados Unidos, el proceso llevaría tiempo y sería costoso. Apple, por ejemplo, ha señalado en repetidas ocasiones que no es factible trasladar la fabricación de sus iPhones a EE.UU. debido a la necesidad de mano de obra calificada y equipos especializados que se encuentran principalmente en otros países. Sin embargo, algunas compañías como TSMC ya están haciendo un esfuerzo notable por abrir más instalaciones en Estados Unidos, a pesar de que esto podría elevar sus costos en un 20% estimado.

