OpenAI, la destacada empresa de inteligencia artificial, está estrechando lazos con el gobierno del Reino Unido mediante la firma de un acuerdo no vinculante. Esta colaboración estratégica podría llevar a la compañía a invertir en la infraestructura de IA del Reino Unido, expandir la investigación en seguridad de la IA y explorar nuevas formas de integrar la inteligencia artificial en los servicios financiados por los contribuyentes.
Una Asociación Voluntaria para Impulsar la IA en el Reino Unido
El gobierno del Reino Unido ha anunciado una nueva asociación estratégica con OpenAI, la cual podría resultar en una mayor inversión de la empresa en la infraestructura de inteligencia artificial del país, como centros de datos. Además, la colaboración buscará expandir las investigaciones en seguridad de la IA y encontrar nuevas maneras de utilizar la inteligencia artificial en los servicios públicos. Este movimiento se produce tras la introducción del Plan de Acción de IA en enero, que busca acelerar la construcción de centros de datos en ciertas regiones del Reino Unido (Fuente Gov UK).
El acuerdo de asociación, que es completamente voluntario y se formaliza a través de un Memorándum de Entendimiento (MOU), establece que OpenAI y el Departamento de Ciencia, Innovación y Tecnología (DSIT) trabajarán juntos en tareas de carácter positivo, aunque algo vagas. Entre ellas se incluyen la búsqueda de formas para que los «modelos avanzados de IA» se utilicen tanto en el sector público como en el privado, y el intercambio de información sobre los riesgos de seguridad de la IA. OpenAI también se compromete a ayudar al DSIT a identificar cómo puede cumplir con los objetivos de infraestructura del Plan de Acción de IA, y posiblemente explorar la construcción en una de las nuevas «Zonas de Crecimiento de IA» del Reino Unido, que son favorables a los centros de datos.
Aunque esta asociación suena prometedora para los funcionarios electos que desean demostrar que el Reino Unido es competitivo en el campo de la IA, es importante destacar que el memorándum firmado por OpenAI no es legalmente vinculante. Esto significa que no obliga a ninguna de las partes, incluido el gobierno del Reino Unido, a compromisos firmes. Si, por ejemplo, Anthropic ofreciera un acuerdo más ventajoso con Claude, el gobierno podría aceptarlo.
OpenAI ya cuenta con oficinas en Londres, por lo que profundizar su inversión en el país no parece descabellado. La firma de este memorándum también es coherente con el creciente interés de OpenAI en colaborar con gobiernos que buscan el «brillo de alta tecnología» de la industria de la IA. La lógica detrás de esto es que si OpenAI logra que los reguladores dependan de sus herramientas —como un ChatGPT Gov diseñado específicamente para agencias gubernamentales—, estos estarán más inclinados a favorecer a la compañía en las decisiones políticas. O, al menos, mostrar una colaboración temprana podría asegurar un trato más beneficioso en el futuro.
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