Un creciente consenso entre expertos y analistas tecnológicos apunta a que Siri, el asistente de voz de Apple, se ha convertido en un lastre que frena la innovación de la compañía en el ámbito de la inteligencia artificial. A pesar de los esfuerzos de Apple, Siri es percibida como significativamente rezagada frente a competidores como Google Assistant y Gemini (Fuente Phone Arena).
Diversos informes señalan que Apple está trabajando en una versión «más inteligente» de Siri y en una estrategia de «Apple Intelligence» que busca integrar nuevas capacidades de IA en sus dispositivos. Sin embargo, este proceso ha enfrentado retrasos, generando preocupación sobre la capacidad de Apple para mantenerse a la vanguardia en el panorama de la IA.
Entre las críticas a Siri se menciona su falta de comprensión contextual, respuestas poco informativas y una capacidad limitada para manejar tareas complejas. Aunque Apple enfatiza la importancia del procesamiento de IA en el dispositivo para proteger la privacidad del usuario, esto ha planteado desafíos en cuanto al rendimiento y la fiabilidad en tiempo real.
Las mejoras futuras para Siri y Apple Intelligence se centran en una mayor comprensión del lenguaje natural, la capacidad de mantener conversaciones más fluidas, y la integración de funciones avanzadas como la edición de texto impulsada por IA y la creación de imágenes. También se ha rumoreado una posible integración con ChatGPT de OpenAI, siempre con el permiso explícito del usuario para proteger la privacidad.
El camino de Apple hacia una IA más robusta y un asistente verdaderamente «inteligente» parece estar lleno de desafíos, pero la necesidad de esta evolución es clara para mantener su competitividad en un mercado donde la IA es cada vez más central.

