Microsoft ha vuelto a generar polémica con la instalación silenciosa de una actualización de Windows, la KB5001716, en sistemas con Windows 10 y algunas versiones de Windows 11. Aunque su instalación ha sido discreta, su objetivo es claro y podría tener un impacto significativo para muchos usuarios: notificarles sobre el inminente fin del soporte de sus sistemas operativos en octubre (Fuente Neowin).
Esta actualización «secreta» tiene como propósito principal advertir a los usuarios que sus ordenadores dejarán de recibir actualizaciones de seguridad críticas una vez finalizado el soporte. Esto implica que, para mantener sus equipos protegidos, muchos usuarios se verán obligados a actualizar a una versión más reciente de Windows, como Windows 11 24H2, o incluso a adquirir un nuevo ordenador si su hardware actual no cumple con los requisitos mínimos del nuevo sistema.
Aunque la instalación de esta actualización sin previo aviso podría parecer sospechosa, la compañía de Redmond la justifica como una medida necesaria para asegurar que los usuarios estén plenamente conscientes de la falta de soporte que se avecina. El sistema de notificación, diseñado para ser menos intrusivo, evitará interrupciones durante actividades a pantalla completa, buscando una transición más suave hacia sistemas operativos más modernos y seguros.
Este movimiento de Microsoft subraya la constante presión para que los usuarios migren a versiones más actuales de Windows, lo que a menudo implica una inversión en nuevo hardware. Es un recordatorio para los usuarios de la importancia de estar al tanto de los ciclos de vida de sus sistemas operativos y planificar sus actualizaciones con anticipación.

