El Cartel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo, ha lanzado una escalofriante advertencia alardeando de poseer la capacidad de hackear los sistemas del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos. Su presunto objetivo: identificar, rastrear y asesinar a informantes que colaboren con las autoridades estadounidenses en la lucha contra el narcotráfico (Fuente Depto de Justicia).
Según fuentes no confirmadas y mensajes que circulan en círculos clandestinos, el cartel afirma haber desarrollado sofisticadas técnicas de ciberseguridad que les permitirían infiltrarse en las bases de datos del FBI. De ser cierto, esta capacidad representaría un salto cualitativo en las operaciones del crimen organizado y un desafío directo a la seguridad nacional de Estados Unidos y México.
La amenaza ha generado una ola de preocupación entre las agencias de inteligencia y las fuerzas del orden, quienes ya enfrentan una ardua batalla contra el cartel. La posibilidad de que una organización criminal pueda acceder a información sensible sobre sus informantes pondría en grave peligro la vida de estas personas y socavaría los esfuerzos para desmantelar la estructura del cartel.
Aunque el FBI no ha emitido un comunicado oficial confirmando o desmintiendo las afirmaciones del Cartel de Sinaloa, la seriedad de la amenaza es innegable. Este supuesto hackeo, de concretarse, marcaría un antes y un después en la guerra contra el narcotráfico, abriendo un nuevo frente en el ciberespacio.

